25Ago

Teletrabaja, divide y vencerás: Cómo separar vida y (tele) trabajo para rendir igual y vivir mejor.

Cómo separar vida y (tele) trabajo para rendir igual y vivir mejor.

Ahorrarte una hora en transporte público (o media hora en coche), ponerte a comer justo cuando llega la pausa del mediodía y no un cuarto de hora más tarde tras hacer la cola junto al resto de tus compañeros (hambrientos y armados con sendos tuppers); o poder ir a recoger a los niños sin montar un cirio de pedir horas libres o modificaciones de jornada son algunas de las ventajas más evidentes del teletrabajo; hablamos de la famosa “conciliación personal y laboral”. Y, si bien es cierto que esta conquista ya parece irrenunciable para los (tele)trabajadores de medio mundo, aún quedan algunas conquistas por hacer: dividir los horarios para separar claramente vida y trabajo, manejar los niveles de estrés y conseguir igual o mayor rendimiento en casa que en tu empresa. Te damos algunas claves para sacarle el máximo partido a lo de trabajar desde casa:

La libertad que ganas al no tener que desplazarte a diario a la oficina puede verse amenazada por el estrés que te genere alguna situación familiar con la que debas lidiar. Al estar en casa, será más difícil abstraerte de cualquier tensión personal. ¿Nuestro consejo? Organízate de forma que establezcas divisiones claras entre el tiempo para el trabajo y tiempo para ti. Que estés en casa no significa que puedas tomarte media hora para hacer llamadas personales o gestionar problemas del día a día. Recuerda: la libertad que has ganado en casa puedes perderla si te dejas vencer por las distracciones que también has ganado… ¡Sé fuerte! ¿No querías ser tu propio jefe? ¡Pues exígete como tal!

Y, oye, si surge un improvisto y no tienes más remedio que atenderlo, hazlo y luego recupera el tiempo perdido. A fin de cuentas, al trabajar desde casa ganas en flexibilidad para ampliar tu horario laboral si es necesario para alcanzar tus objetivos. O puedes empezar antes tu jornada. Al ahorrarte el ir y venir a la oficina ya no estás sujeto a atascos o retrasos, nuestro consejo es que aproveches las primeras horas del día para exprimirte a tope y rendir al pleno de tus capacidades. Como dice Adrienne Herbert en su libro ‘Power Hour’, si dedicas la primera hora de cada día a una meta en concreto, aumentarán notablemente las opciones de conseguirla (si bien la autora no se centra únicamente en metas profesionales, vamos a arrimar el ascua a nuestra sardina, ¿no?).

Uno de los mayores temores de las empresas ante el trabajo en remoto es el conocido como “escaqueo laboral”, es decir: hacer como que trabajas para, aprovechando que estás en tu casa y no te pueden controlar, dedicarte a hacer otras cosas en su lugar. Este temor, que no debería tener ninguna compañía que confíe mínimamente en sus trabajadores (teniendo en cuenta, además, que estos han tenido que pasar unos filtros requeridos por el departamento de RRHH), lo fundamentan en las numerosas distracciones que hay en casa para desempeñar el trabajo, argumentando a favor de la oficina esa necesidad que a fin de cuentas seguimos teniendo del contacto con los compañeros. Esto, que puede arreglarse con el modelo híbrido de uno o dos días por semana en la oficina (seguimos siendo seres sociales), no puede ocultar las múltiples ventajas que supone el teletrabajo para las empresas: cuentan con mejores candidatos (ya no están limitados a una zona geográfica concreta) y pueden retenerlos más tiempos, reducen costes (alquiler y mantenimiento de oficinas) y se aseguran de acabar con el absentismo laboral (si tú te organizas el horario en casa, menos razones tienes para pedir la famosa “media mañana”).

Cualquier empresa, ya sea para contratar talento remoto o presencial, puede recurrir a una consultora como FENARC para despreocuparse de los trámites más engorrosos y poder centrarse en firmar a los profesionales más cualificados. FENARC selecciona a los trabajadores más óptimos para cada empresa según la naturaleza y objetivos de la misma, procurando un proceso de iniciación tan fácil como cómodo tanto para la empresa como para el trabajador.

JR del Rosal

Periodismo, Cultura y Ocio

 

07Jun

¿Es el teletrabajo un nuevo derecho de los trabajadores?

¿Es el teletrabajo un nuevo derecho de los trabajadores?

De parche temporal durante la pandemia a exigencia para muchos empleados; así ha cambiado nuestra forma de entender el trabajo en remoto.

Bill Shankly, mítico entrenador escocés del Liverpool, dejó una frase para la historia cuando se le preguntó sobre la mejor forma de marcar un gol:  “Si estás dentro del área y no estás seguro de qué hacer con el balón, mételo dentro de la portería y después discutiremos las opciones”. Algo parecido están haciendo las empresas españolas con respecto al teletrabajo: primero ofrécelo, para cualquier puesto, y luego ya veremos las condiciones. 

Y es que el teletrabajo, que nació por pura necesidad ante la imposibilidad de los trabajadores de acudir a sus oficinas durante la pandemia, se ha convertido en algo fundamental para la mayoría de empleados. Según el Banco de España, el teletrabajo ha crecido un 80% desde marzo de 2020, y hoy en día se antoja casi tan irrenunciable como un salario, la jornada de trabajo, las vacaciones o como cualquier otro derecho del trabajador, vamos. Pero, ¿lo es realmente? ¿Es el teletrabajo un derecho laboral en España?

De acuerdo a un informe de Infojobs, el número de empleos que ofrecían la posibilidad de teletrabajar fue el doble en 2022 que en 2021; pero la tendencia se dispara si comparamos con hace una década: el año pasado se ofertaron 10 veces más trabajos con la opción de trabajar en remoto que en 2012, cuando la posibilidad de cumplir con tu jornada laboral saltando de la ducha al dormitorio era tan factible como los coches voladores o los viajes en el tiempo. Pese a su notable incremento, trabajar desde casa sigue siendo una realidad minoritaria en España, pero realidad al fin al cabo; y como tal está recogida por ley según las necesidades personales de cada trabajador.

Según el Real Decreto-ley 28/2020, que entró en vigor entre septiembre y octubre de 2020, cualquier trabajador puede exigir el teletrabajo acogiéndose al artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores, que establece el derecho a trabajar a distancia para conseguir “la conciliación de la vida familiar y laboral”. Eso sí, deberán existir hijos menores de 12 años a cargo del trabajador que lo exija. Si no se da esta condición, el teletrabajo sigue siendo opcional y deberá ser acordado entre empleador y empleado.

El Gobierno establece que cualquier compañía debe firmar un acuerdo de teletrabajo si opta por esta modalidad. Y para contratar talento remoto, híbrido o presencial, ya sea español o de cualquier lugar del mundo, nada mejor que recurrir a consultoras especializadas como FENARC. Gracias a los planes personalizados de esta consultora de recursos humanos con sede en Barcelona, las empresas pueden despreocuparse de trámites pesados y centrarse únicamente en la obtención de sus objetivos a través de la contratación del mejor talento. 

En FENARC eligen los perfiles que mejor se adaptan a cada empresa de acuerdo a su cultura y modelo de negocio. Además garantizan, tanto al talento como al cliente, un seguimiento end-to-end, supervisando desde la etapa inicial y durante toda su contratación, con reuniones de seguimiento y feedback personalizadas.

FENARC ofrece también tres propuestas que se adaptan a las distintas necesidades de cada cliente: Remote Talent (seleccionando al mejor candidato para trabajar de forma remota desde cualquier parte del mundo), Local Talent (incorporando a la plantilla del cliente talento de su misma locación para trabajar de forma híbrida o presencial) y IT Development (para llevar adelante, con un equipo experto, cualquier necesidad de desarrollo informático).

El teletrabajo se ha impuesto como una nueva forma de trabajar tan válida como la de ir a la oficina y lejos quedan sus días como solución de emergencia. Ahora es responsabilidad de las empresas ofrecérselo a los trabajadores con plenas garantías.

JR del Rosal

Periodismo, Cultura y Ocio