07Sep

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el síndrome de burnout —o síndrome del trabajador quemado— afecta a un 10% de la población mundial. Su origen antecede la pandemia, pero los expertos coinciden en que con la llegada de la COVID-19 se acentúo aún más. 

Una de las definiciones más aceptadas del síndrome de burnout —que será incluido en el listado de enfermedades reconocidas por la OMS en 2022— es la de la psicóloga estadounidense Christina Maslach, que lo describe como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal.

Se trata de un desgaste laboral que puede afectar a cualquier trabajador, sin importar el rol que desempeñe. Empieza por la sensación de tener una mayor carga de trabajo y menos tiempo libre-recreativo, además de la aparición de sentimientos que generan malestar, conflicto, insatisfacción, inseguridad, y que llevan a quien padece el síndrome a tener menor confianza en sí mismo. Dado que el burnout se desarrolla durante un largo período de tiempo, es importante prestar atención a todo signo revelador de un aumento del estrés, para poder reaccionar de forma rápida y efectiva.

Estrategias personales

Los especialistas coinciden en que es crucial que dediques tiempo a tu bienestar personal todos los días. Estas actividades no tienen por qué ser extravagantes, pero sí necesitan ser intencionales.

1.     Haz deporte

El ejercicio físico es extremadamente importante. Una caminata de 20 minutos al comienzo y al final de la jornada laboral, o arrancar el día con una serie de flexiones o abdominales puede ayudar a reconfigurar tu estado anímico. No importa en qué estado físico te encuentres, la idea es que busques actividades acordes para, de a poco, forjar una rutina que te dé la satisfacción de concretar algo que te propones y, a la vez, sentirte fuerte y feliz gracias a la liberación de endorfinas.

2.     Mejora tus hábitos alimenticios

Una alimentación balanceada es otra de las claves que te permitirán bajar tus niveles de estrés. Está comprobado que la comida cumple un rol fundamental a la hora de manejar emociones y que una dieta saludable impacta positivamente en tu salud y estado de ánimo. Para reforzar este punto conviene que almuerces en un espacio separado de tu lugar de trabajo. Esto minimizará la sensación de nunca estar desconectado, mejorará tu digestión y hará que tu cabeza se oxigene más rápido.

3.     Establece y reevalúa periódicamente tus prioridades

Si tus expectativas son realizar 10 cosas en el día y terminas haciendo cinco o siete, tendrás una sensación de fracaso. Trabaja con una lista de tareas, sé realista en la prioridad que tienen y en el esfuerzo y el tiempo que te llevará concretar cada una de ellas. Establecer metas frecuentes, alcanzables y un poco desafiantes es fundamental para sentir que nuestro trabajo tiene sentido.

Estrategias empresariales

Del lado empresarial resulta crucial estar atentos a la falta de energía, la irritabilidad, el aumento de ansiedad o la sensación de abatimiento en los trabajadores, para poder detectar el burnout de forma temprana. Para combatir el síndrome se recomienda alentar algunos hábitos que por la pandemia fueron en gran medida puestos en stand by, como ir al gimnasio, disfrutar de un almuerzo saludable o salir a caminar, entre otras actividades diarias. Por otro lado, se sugiere advertir los pequeños logros y darles visibilidad en el equipo.  También, si el escenario lo indica, bajar las expectativas o metas propuestas para que sean realistas y acordes a las verdaderas posibilidades de los trabajadores.

Actualmente varias empresas ofrecen un par de días o hasta una semana “off” con el objetivo de descansar, recargar energías y reagruparse. La firma tecnológica Momentive advirtió fatiga persistente y agotamiento en sus recursos humanos y, a través de encuestas, confirmó que los empleados efectivamente estaban estresados pero no se tomaban sus vacaciones con la esperanza de viajar pronto o hacer algo más significativo que descansar en casa. Por eso, el área de RR.HH. ideó una estrategia para “obligar” a sus 1.500 empleados a tomarse una semana de descanso sin culpa.

La medida generó una sensación de alivio colectivo al eliminar gran parte de esa carga que a veces las personas sienten cuando se toman vacaciones: les preocupa cómo avanzan sus proyectos, el tráfico de correos electrónicos en su casilla o si su jefe está enviando comunicaciones generales a las que deberían dar respuesta. En cambio, con un descanso general, todos en la compañía están en la misma situación y la empresa se asegura que tras el corte los empleados puedan regresar renovados y listos para alcanzar las metas para lo que resta del año.

Los líderes de RR.HH. destacan que implementar una semana de vacaciones “generalizadas” alrededor de mitad de año no conlleva grandes dificultades, y que el repunte en la productividad neutraliza cualquier tipo de duda. Las operaciones vitales, como atención al cliente, son manejadas por un puñado de empleados que se toman su semana libre poco después. Los expertos coinciden en que se trata de una tendencia que crecerá a medida que más empleadores la adopten y reporten sus resultados positivos.

Otro dato a tener en cuenta es que las encuestas de RR.HH. indican que este tipo de tiempo libre —que muchas empresas ya otorgaban en la semana entre las fiestas de fin de año— es la ventaja y el beneficio más valorado por los empleados. Y es que, además de combatir el agotamiento, la estrategia podría ser fundamental para otro de los mayores desafíos que enfrentan las compañías en este momento: la batalla de retener y atraer talento.

María Chehín

Periodismo y Comunicación Institucional

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